DEL AMOR Y SUS MAÑAS



Leyendas urbanas hay muchas, pero una que siempre ha despertado mi curiosidad, tiene que ver con ciertos artilugios y mañas a las que acuden los amantes, para lograr que la persona que estimula sus más ardientes pasiones, doblegue su voluntad y se mantenga por siempre a su lado.

Por supuesto, esto son solo cuentos, no existe base científica y no hay pruebas concretas ni remotas, que indiquen que tal bebedizo…sea real y menos que funcione. Es que es absurdo pensar y creer, que una mujer hierva su ropa interior por varios minutos, para extraer mediante este proceso, los jugos eróticos acumulados y que el producto resultante, sea un zumo tan poderoso que al dárselo de beber a su hombre escondido en cualquier bebida, este pierda por completo su voluntad y permanezca sumiso y atado, sin mirar a otro lado, por siempre…no precisamente por fruto del amor en sí, ni por el buen trato que reciba…sino por arte y magia de una pócima de amor.

Según nuestras madres, abuelas, tías y amigas de la casa, el agua de calzón es real, y da a las mujeres poderes absolutos sobre el corazón y los sentimientos de sus amados. Esto es una creencia bien arraigada en muchas de nuestras mayores, y defienden dicha hipótesis…con vehemencia.

Por otro lado, mi madre, que era feminista a ultranza…y no de esas de arenga furiosa con pancarta en plaza pública, no dudaba en reconocer y afirmar que, en las huestes masculinas, existe la equivalencia al agua de calzón, incluso más eficaz, ya que no requiere procesamiento y se da de manera natural, no tiene sabor, es incolora, y sin textura. La contra-parte masculina no es más ni nada menos, que el olor del calzoncillo

Decían las mayores de la casa, que el hombre dueño de semejante poder, se convertía en un ser de gran cuidado, temido por las madres y padres de aquellas señoritas en edad de merecer, ya que, ante la exposición consciente o inconsciente, no había nada que hacer…no valía voluntad, restricción o castigo, pataleta o amenaza que impidiera su efecto dopante, analgésico y adictivo sobre la fémina.

Parece ser que la embestida de esa esencia es poderosa, pues a varias matronas las escuche decir sin aspaviento alguno frases como: Arajoooooo, no pueden sentir el olor a calzoncillo, porqué se vuelven locas enseguida. Y más de una que se había declarado víctima, manifestaba sentir temor por la cercanía de su macho, pues según ellas…solo el olor del calzoncillo, las dejaba en estado de gravidez.

En fin, no sé si esto es cierto o no, si me han dado a beber de estas aguas enamoradoras o si alguna damisela ha llegado a mis brazos por arte y magia de mis aromas interiores, y no por mi arrollador encanto…lo que si se, es que ya voy tarde a una junta vecinal, y no me la quiero perder por nada del mundo, porque una de las damas asistentes siempre se hace notar con una rica y refrescante agua de panela con limón. Solo pienso en eso…no sé porque no me la puedo quitar de la mente.

 

Por: Ernesto Carlos Herazo

Comentarios

  1. Me encantó �� y si, la verdad, ninguna mujer puede negar q en algún momento de su vida pensó en que estrategia usar para atraer a un ser amado. Y debo confesar que una vez me bañé en agua de rosas, dejándome llevar x los consejos de mi empleada doméstica, y debo confesar también, que si bien salimos por un año, en estos momentos estoy casada con otra persona que nos enamoramos sin ninguna estrategia ni plan articulado. Un abrazo y sigue escribiendo ����

    ResponderEliminar
  2. Las feromonas son poderosas armas de seducción, existe evidencia suficiente al respecto

    ResponderEliminar
  3. Increíble escrito!!! Muy entretenido 🥳

    Qué si funcionan? Ni idea!!! Jamás he probado preparar tal brebaje y pues, seguro he sido víctima del poder del calzoncillo 😂

    ResponderEliminar
  4. Ernest excelente relato, y si he oido esos cuentos, pero de saber de un caso nada, solo he escuchado ESTA ENCHUCHASTRAO

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares