LA SEGUNDA GAVETA DEL ARMARIO

LA SEGUNDA GAVETA DEL ARMARIO.

Hace un par de días estuve intercambiando comentarios con varios de mis amigos en el muro del Facebook…este pequeño debate se inicio gracias a uno de esos comentarios algo insulsos e inocuos que suelo publicar sobre mi poco excitante cotidianidad. Cada vez que anuncio algún comentario en el muro, pues trato de hacer un poco mas interesante cualquier situación, no lo niego…me gusta armar revuelo y que la gente participe y se involucre con las cosas que escribo, además si se va escribir sobre algo trivial…porque no hacerlo de manera divertida?

En esta oportunidad el tema de conversación era algo muy simple y muy pocas veces mencionado…mi ropa interior…o mejor dicho, mis calzoncillos…los cuales guardo y atesoro con mucho recelo en la segunda gaveta del armario. La primera impresión que pueda tener cualquiera a primera vista es que este no es un tema de conversación, que hablar de calzoncillos públicamente y en las paginas sociales es infantil, tonto, inmaduro, poco serio, indecente y hasta asqueroso…Bueno, pues yo les digo que si…esa puede ser la primera impresión, pero por otro lado, mis amigos y yo pasamos un muy buen rato y además, me di cuenta que yo (al igual que muchos hombres) tengo una relación muy larga y muy estrecha, casi familiar diría yo, con los calzoncillos que  tengo guardados en el closet.

Estos son ellos y sus nombres:

El Superman, se equivocan los que piensan que le digo así porque me los coloco encima de mis pantalones…pues no!...es un calzoncillo rojo que me pongo solo para ir al gimnasio…o sea, cada tres meses.

Los Kalvin Klein, bueno…por fuera son igualitos, solo que la contramarca dice CALVIN CLEIN…pero aja!...caminando rápido y en el oscuro, eso no se nota.

Los AA (Alcohólicos Anónimos)…eso son aquellos que están muy PEAOS.

El Tarzan de la selva, es aquel que viene con un estampado que imita la piel de un felino salvaje y que las mujeres cuando los ven gritan AAaaaaaaaaAAAAaaaaaaaAAAAaaaaaH!!!!

Los tipo carretera vía al mar, estos están en las gavetas de casi todos…por lo general son blancos y se llaman así porque tienen una rayita amarilla en toda la mitad del centro.

Los calle abandonada por el gobierno…porque están llenos de huecos.

El muy popular Bebida Nacional…les digo así porque parecen una bolsa para colar café.

Los Frankestein, estos antes tenían otro nombre. Ahora se llaman así porque están cosidos por todos lados y hasta tienen remiendos con telas de sabanas y de cortinas.

Tengo también el Gimnasta Jubilado, que es aquel que ya perdió elasticidad…if you know what I mean.

Están los Ambiguos, que son esos que han tenido tanto uso y están tan estirados que ya perdieron su apariencia masculina y ahora parecen una falda.

Los Teletón, esos también tienen bastante uso, y francamente ya están en estado de discapacidad y para poderlos usar se necesita de algún tipo de prótesis, entiéndase una nodriza o alfiler.

Los Mamá Gallina, son aquellos calzoncillos que parece que vinieran con una talla menos y al estrenarlos, simplemente mantienen los huevos bien juntitos.

Los Libertad Total, por lo general son unos Boxers, ideales para andar haraganeando en las mañanas y tardes del domingo y al contrario de los anteriores, estos parecen muy grandes, son muy holgados y permiten una libre y total expresión…cero ataduras y frescura total.

Los Novia Fea…porque peor es Ná!.

La mayoría de los que tengo entran en la categoría de los que necesitan gafas…porque hace rato no ven un culo. Cosas de la soltería y el verano eterno.

Tengo unos los que les digo Los Osama Bin Laden…eso es porque se me ve la barba larga…capicci?

Y por ultimo están los tipo Vaticano…están recién comprados, todavía están blanquitos y solo los uso en domingo.

En fin, yo como muchos hombres, le tengo mucho cariño al contenido que hay en la segunda gaveta del armario, como dije antes, es una relación larga y difícil de entender para las esposas , para las madres y hasta para las señoras del aseo, al igual que muchos, soy muy consiente que es hora de hacer cambios…pero lo confieso, no tengo corazón para botar ninguno, así que simplemente voy a hacer lo de siempre, esperar hasta el ultimo momento o hasta la próxima navidad o mi próximo cumpleaños.

Ernesto Carlos Herazo